Además, subrayó que las aspiraciones personales dentro del partido deben pasar a segundo plano: “Cada precandidato debe vender lo que ha hecho por el país, no su nombre”, agregó, recordando que el movimiento acatará los tiempos fijados por la Ley de Partidos antes de integrarse detrás del candidato oficial.

El dirigente también destacó los logros del Gobierno en áreas clave como salud, educación, empleo e infraestructura, y sostuvo que el respaldo a Abinader no es un acto electoral: “Es una responsabilidad política, institucional y democrática”, dijo.

Sin embargo, la estrategia de Poder Pa’l Pueblo no escapa a la controversia. Para sectores opositores, esta concentración de apoyo no solo fortalece al presidente, sino que busca silenciar voces alternativas dentro del PRM y tensar la interna oficialista hacia 2028.

Lo que Hernández Alberto presenta como defensa de un proyecto de Estado fue interpretado por algunos críticos como una maniobra para controlar el aparato partidario y evitar que el partido se debata abiertamente. Mientras tanto, la elección interna se posterga, y la campaña por la continuidad ya se instaló desde los aparatos orgánicos.