“El informe de los bomberos no es creíble, sobre todo, porque el jefe superior de los bomberos es el síndico y estas personas no se ven por ningún lado en el expediente. Entendemos que ese expediente está hecho en el aire, hecho a propósito para que las personas se duerman y que el hecho pierda vigencia”, exclamó Manuel Antonio Nina (Pachulí), hermano de uno de los desaparecidos.

Manifestaron que a pesar de que sus familiares no se encuentran en la lista oficial de los cadáveres levantados por el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), existen evidencias de que sí se encontraban en el lugar al momento de la explosión

Indicaron que de los 38 fallecidos confirmados por las autoridades, 36 fueron identificados. Sin embargo, los restos de otros 2 cadáveres restantes no coinciden con los 12 reportados entre los desaparecidos.

“Se quedaron como si nada. Ahí estaba mi hermano, que fue a comprar una tela y el motor estaba quemado ahí y no pudieron ni entregárnoslo”, dice un hombre que perdió a uno de sus hermanos en la explosión.

La misma situación expresó la señora Adalgisa Rivera quien también perdió a su hermano José Vicente Dicent quien, según dijo, se encontraba comprando alimentos para sus mascotas en la veterinaria afectada por la explosión.