La trayectoria de Robert incluye colaboraciones con importantes figuras del espectáculo, lo que le ha permitido refinar su técnica y desarrollar una especial sensibilidad para afrontar los retos que se presentan. El mayor desafío, según él mismo plantea ha sido manejar la presión del tiempo y las altas expectativas, algo que ha superado con preparación, enfoque y respeto por cada cliente.

Su estilo personal, caracterizado por "piel luminosa, detalles pulidos y equilibrio entre lo natural y lo glam", le ha valido el reconocimiento de colegas y seguidores. Pero más allá de la técnica, Robert busca que cada creación tenga un significado. Para Martínez, cada look debe contar algo, y esa idea también se refleja en los productos que de su marca, Pink as Gold.

Para aquellos que aspiran a seguir sus pasos, Robert Martínez ofrece un consejo: trabajar con disciplina, estudiar constantemente y, sobre todo, mantenerse fieles a su propio estilo. El artista asegura que la autenticidad y el respeto por el proceso hacen la diferencia que distingue a los mejores.

Inspirado por el arte en todas sus manifestaciones (la moda, el cine, la música) y por el espíritu emprendedor, Robert Martínez concibe el maquillaje como una forma de expresión profunda. Su historia no solo inspira, sino que también confirma el surgimiento de referentes sólidos en la industria de la belleza en República Dominicana.

Con talento, sensibilidad y una visión clara, Robert Martínez se consolida como uno de los artistas del maquillaje más importantes del país. Su éxito es un claro mensaje: cuando el arte se trabaja con pasión y propósito, no hay límites.