A esos eventos se suman el trastorno del sueño, la de­presión, trastornos por estrés y adaptativo y la con­ducta suicida, de acuerdo a los registros de un año y cuatro meses de las inter­venciones de ayuda psi­cológica y psiquiátrica rea­lizadas por el equipo de psicólogos, psicólogas y psiquiatras frente al Covd-19.

Según datos del Departa­mento de Salud Mental del Ministerio de Salud Pública desde el 25 de marzo 2020 al 22 de julio del 2021, de 11.193 intervenciones de ayuda psicológica y psiquiá­trica realizadas, casi 5 mil de los atendidos presentaban ansiedad para un 38 por ciento de los casos.

Con trastorno del sueño se diagnosticaron unas 3 mil personas para un 23 por ciento de las intervenciones; con de­presión más de 2 mil para un 16 por ciento; con trastorno por estrés se registraron unas 1800 personas para un 14 por ciento; con trastorno adapta­tivo unas 844 para un 6 por ciento y con conducta suicida 385 pacientes para un tres por ciento del total de las inter­venciones.

Durante el tiempo que el país está bajo los efectos de la pandemia del Covid-19, las mujeres han sido las que más han acudido en busca de ayuda psicológica y psi­quiatra. De 11.193 inter­venciones registradas, 7564 fueron en mujeres y 3629 en hombres.

El personal de salud también ha requerido de ese tipo de ayuda, registrándose 2731 intervenciones recibidas por servidores de la salud y 8164 en población general.

El servicio recibió además 178 usuarios que solicitaron ayuda por problemas con el alcohol. Los servicios son ofrecidos por un equipo de voluntarios con­formados por psicólogos y psi­quiatras, coordinados por el Ministerio de Salud, el Servi­cio Nacional de Salud (SNS) y otras entidades.

Covid-fobia en menores

Los especialistas también han detectado otras mani­festaciones, entre ellos episodios de "Covid-fobia" en me­nores de edad. De acuerdo a los registros del servicio, los niños son llevados al pedia­tra-cardiólogo manifestan­do dolor de pecho y latidos rápidos del corazón, pero cuando son sometidos a es­tudios de electrocardiogra­ma dan resultados negativos a lesiones cardiacas.

A esas manifestaciones, de acuerdo a especialistas par­ticipantes en las consultas, se le llama en salud mental Somatización, y es produc­to del encierro por la pandemia, por lo que los ca­sos han ido disminuyendo en la medida que ha ido variando el toque de queda y dándose mayor apertura.

Explican que aunque tam­bién se ha manifestado en adultos, es en los niños y adolescentes donde se die­ron los mayores episodios, sobre todo porque la mayoría de la población infanto-juvenil vive en apartamen­tos carentes de un patio o de una área verde donde poder realizar sus actividades de re­creación, lo que aumenta la ansiedad, el refugiarse en la computadora, en los vide­ojuegos, la tablet o el celular.

Celulardependientes

En los primeros meses de la pandemia, los registros de sa­lud mental indican que tanto niños como adultos se hicie­ron celulardependientes, ya que incluso dormían con es­tos aparatos, generando pro­blemas neurológicos y tras­torno del sueño.

Registra datos también de que un 68 por ciento de las mujeres durante el encierro se de­dicó a jugar loterías y los hombres a apuestas depor­tivas; el consumo de alco­hol pasó de 6.9 litros a 7.8 litros por personas; los ni­ños de 10 a15 años crearon una dependencia de los vi­deojuegos y los divorcios con la pandemia en el 2020 fueron 12.553 y hubo un aumento de las agresiones físicas entre las parejas.