Algo similar ocurre en la escuela Los Coquitos en Los Alcarrizos, que lleva más de cinco años sin ser terminada. Durante cuatro de esos años, el sitio estuvo invadido, con baños móviles en condiciones deplorables y un terreno lleno de basura. La historia es la misma: promesas de ingenieros, medidas aquí y allá, pero ningún avance real. Mientras tanto, los niños siguen viajando kilómetros para asistir a otras escuelas.

En el caso de la Circunvalación de Los Alcarrizos, anunciada con bombo y platillo hace más de cuatro años, la obra parece estar estancada desde antes de las elecciones de 2024, con una inversión millonaria y un avance que no supera el 45 por ciento. ¿El culpable? Según algunos, las expropiaciones, pero lo cierto es que las maquinarias brillan por su ausencia.

Y así continúa el relato en otras obras como el Parqueo Centro de los Héroes, cuyo inicio fue hace cuatro años y está lejos de finalizar, a pesar de las promesas. La incompetencia es tan evidente que incluso en el Club Cultural y Deportivo Los Ríos, iniciado en 2002, los jóvenes deben conformarse con jugar baloncesto en un espacio deteriorado, sin techo y con basura por doquier.

La constante promesa incumplida y la falta de responsabilidad por parte del gobierno del PRM evidencian una triste realidad: las obras públicas no solo se quedan en el papel, sino que se olvidan una vez que se inicia su construcción. Los ciudadanos, cansados de esperar, ya no saben si reír o llorar ante tanta promesa rota.