-El año 2022 fue intenso en emociones porque visité Argentina y me he reunido con parte de mi familia a la que veo de manera muy espaciada.

He grabado mucho continuando el plan de trabajo propuesto por TRIBECA NEW YORK MUSIC y hemos reflexionado sobre los pasos a seguir en 2023.

En 2022, hemos creado la ilusión de realizar algún evento en Argentina, con artistas amigos, en 2023. Pero depende de muchas cosas que aún no están claras. En Enero/Febrero se establecerán las prioridades.

-¿Sigues con la misma conducta de evitar actuaciones en vivo?

-Por ahora es así. Repito que mi tarea de grabación consume todas mis horas. El primer paso es elegir repertorio. El segundo es buscar el arreglador y la orquesta que ha de acompañarme. El tercero es aprender las canciones hasta que sean cantadas con naturalidad. El cuarto es grabar la música y el quinto grabar la voz. Es un trabajo de mucho tiempo.

Cada actuación en vivo consume meses de ensayo para eventos que, en el presente, no son importantes. Ya he dicho que me he convertido en un cantante de grabaciones. Y nunca había podido grabar tanto. Entonces me dedico a la tarea con enorme alegría y responsabilidad Espero vivir por lo menos veinte años más.Mi tarea será grabar y ocasionalmente dar algún concierto.

-¿Qué te sucedió en Argentina?

-Encontré un archivo con un reportaje que me hizo un periodista llamado Raúl Ernesto Bustos en Radio PATAGONIA de Puerto Madryn en 2018 y me alegró el volver a escucharlo.

En dicha entrevista hablé de mi infancia, mi adolescencia y mi juventud en Chubut, desde Esquel y Epuyén a Puerto Madryn.

La gente me escuchaba y comprendía que Jhosemaria De Niro era, simplemente Oscar Hugo Pazos (De Niro apellido materno). Fui funcionario del gobierno de la provincia de Esquel. Tuve que renunciar por denunciar ilícitos graves, fui golpeado y amenazado junto a mi familia. De Esquel tuvimos que irnos a Epuyén, donde hicimos una hermosa tarea educativa en la escuela con Internado número 9, junto a un grupo de jóvenes docentes, Muchos de aquéllos niños escuchaban la emisión del reportaje y se emocionaron al saber que yo era “el profesor Tiki Taka”.

-¿Cuál era el origen del apodo?

-Un Joropo venezolano que les cantaba a los niños llamado “BARLOVENTO” donde, en un instante de la canción, el texto dice…” al son de la curveta y el taki taki de la mina…” y al final termina diciendo “ TIKI TA KI TA…TI KI TA…TI KITÁ KITÁ TI KI TA….” Todos los niños lo cantaban.

Hoy son padres de familia y yo abuelo. Lo importante es poder demostrar con dicho reportaje que puede encontrarse en el sector “ Vídeos” de mi página de Facebook, que nunca oculté mi nombre de familia. Simplemente, como tantos otros, llevo un nombre ARTÍSTICO.

-¿Cómo fue tu infancia, Jhosemaria?

-Hermosa gracias a unos padres maravillosos y a un país que era otro, al menos para los que vivíamos en ciudades de la Pampa Húmeda. En el Norte Argentino siempre hubo mucha pobreza. Quienes vivíamos en Buenos Aires éramos privilegiados.

Mi padre nos llevó a vivir a un lugar sobre la Avenida General Paz que era un paraíso. Estaba poblado de árboles y era un verdadero bosque, con miles de especies diferentes.

Cuando yo tenía dieciocho años, deforestaron para instalar unos desagües- Arruinaron todo y yo, muy triste, me fui a vivir a Floresta, donde transcurrí los años de mi primera juventud, enamorado del paisaje urbano, que por esos años era muy bello.

-¿Qué sobresalió en tu primera juventud?

-Desde mi niñez fui cantor. Así me conocieron en la escuela, el secundario y la universidad. Luego me interesaron las cuestiones sociales y la lucha contra la injusticia. Fui un militante comprometido e imprudente. Cosas de juventud.

El canto se impuso a todo eso. En el presente soy nada más que un cantor que salió de un barrio de Buenos Aires, donde se extendía una avenida “a la francesa” y donde las calles eran de tierra y las aceras ( veredas) de ladrillos, como en los tangos.

Eso me quedó para siempre en el alma.