
Mientras el mundo observa atónito, el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu decidió apretar el gatillo. En un mensaje grabado que rozó lo mesiánico, confirmó lo que ya ardía en los radares: pilotos israelíes están bombardeando objetivos estratégicos en Irán.
Según el premier, el objetivo es “desmantelar el corazón del programa nuclear iraní”, incluyendo fábricas de misiles balísticos y centros de comando. “Vamos a seguir todo el tiempo que sea necesario”, soltó sin titubear, como quien da por perdida cualquier esperanza de diálogo.
⚡️El ministro de Defensa israelí declaró el estado de emergencia en todo el país
— RT en Español (@ActualidadRT) June 13, 2025
⚡️La agencia de noticias Jamaran mostró imágenes del norte de Teherán pic.twitter.com/87UrBP2mCN
Las alarmas no suenan solo en Teherán. Israel afirma que Irán ya tiene uranio suficiente para fabricar nueve bombas nucleares y que busca producir 20.000 misiles en apenas seis años. “Cada uno de esos misiles puede llevar una tonelada de explosivos y nos alcanzan en minutos”, alertó Netanyahu, justificando el inicio de una ofensiva que puede alterar todo el tablero global.
El líder israelí, visiblemente decidido a escribir otra página en la historia de Medio Oriente, afirmó: “Si no actuamos ahora, no habrá otra generación. No estaremos aquí”. Su mensaje terminó con una frase que pesa como plomo: “Nunca más es ahora”.