Con tono desafiante, dejó bien claro que no piensa retroceder: “Nunca he ocultado quién soy, cómo vivo ni lo que pienso. Toda mentira que nace tiene fecha de vencimiento. No me doblego ni me intimidan”.

Raful denunció que detrás de esta maniobra están quienes no soportan su gestión “eficiente, transparente e independiente”, orientada a imponer orden, fiscalización real y cumplimiento de la ley. “Pero están perdiendo su tiempo. Sabemos quiénes son, no les temo”, advirtió con firmeza.

No se quedó en la denuncia: ya activó a su equipo legal para iniciar acciones contra quienes participan en “esta infamia”. Y aclaró que no es solo una cruzada personal, sino un mensaje para todo el país: “Esto no se arregla con un ‘disculpas si te ofendí’. Esto se enfrenta con valentía, justicia y verdad”.

Y remató con una frase que sonó a sentencia: “Defender mi nombre también es un deber público. No me voy a callar, y no voy a dejar que otros tengan que hacerlo por miedo a una mentira”.