
El Ministerio de Defensa dominicano endureció el tono y puso los puntos sobre la mesa: queda prohibido portar armas en colmadones, bares y discotecas. La medida, firmada por el teniente general Carlos Luciano Díaz Morfa mediante la circular 6-2025, aplica a todos los militares, sin importar rango, uniforme ni estado de embriaguez.
En pocas palabras: si vas a salir a chupar, dejá el fierro en el cuartel.
El documento, de “estricto cumplimiento”, revive disposiciones de 2006 y busca evitar que los uniformados sean protagonistas de hechos bochornosos en espacios de ocio, mientras se tambalean con una cerveza en la mano y el arma en la cintura. La directiva también busca proteger la imagen institucional y, de paso, evitar balaceras innecesarias en medio de un dembow.
Pero eso no es todo: la circular también le mete un freno al descontrol digital. Se les prohíbe a los militares subir contenido que dañe la reputación de las Fuerzas Armadas, especialmente si aparece con uniforme, haciendo el ridículo o mostrando conductas inapropiadas. Nada de TikToks en calzoncillos con una ametralladora al hombro.
El texto recuerda además que cualquier información oficial solo puede ser comunicada por las autoridades del MIDE o las Comandancias Generales. Nada de vocerías improvisadas desde un story de Instagram.
Las violaciones a estas normas serán consideradas faltas graves, y la sanción caerá como fusil en desfile. La circular ordena que este mensaje sea leído y colgado bien visible en todos los recintos, unidades y campamentos militares del país, y deja sin efecto cualquier disposición anterior que le dé vía libre a los fiesteros armados.