Ya incluso la encuesta que dan como ganador a Luis Abinader como la prestigiosa Gallup reflejo que el 69 por ciento de do los dominicanos considera que el gobierno dominicano solo trabaja para los ricos.

Es importante recordar que fue Gómez Mazara quien lideró la lucha contra el entonces presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Miguel Vargas, y quien atrajo a la base del PRD hacia el PRM.

Pero, ¿por qué esta jugada política de Abinader podría costarle las elecciones? La respuesta es simple: la base del PRM ya no está complacida como al principio con el actual Presidente.

El hecho de que un líder influyente como Guido Gómez Mazara se haya convertido en un crítico del gobierno de Abinader ha generado descontento entre la base del partido, que en su mayoría proviene del PRD (y se sabe que esa base en su mayoría son descamisado, que viene de los estrato sociales mas humilde).

La situación actual del presidente Luis Abinader dentro de su propio partido, el Partido Revolucionario Moderno (PRM), es complicada debido a varias diferencias y conflictos con importantes figuras dentro de la organización política.

En primer lugar, está el conflicto con Guido Gómez Mazara, quien fue uno de los principales impulsores del PRM y ha sido muy crítico con la gestión de Abinader. Gómez Mazara ha creado una narrativa que ha calado en la base del partido, lo que ha provocado que muchos ya no se sientan complacidos con el presidente y que algunos incluso trabajen en contra suya.

Otra figura importante dentro del partido con la que Abinader tiene diferencias es Lizandro Macarrulla, quien ha sido uno de los principales captadores de recursos del partido y cuya salida podría afectar seriamente las finanzas del mismo. Además, el presidente tiene problemas con Ramón Alburquerque, quien también es muy crítico con su gestión y tiene un importante peso político y académico.

Por si fuera poco, Abinader también tiene problemas con Roberto Fulcar, quien fue uno de los arquitectos del proyecto “Luis Abinader presidente” y cuyo neutralismo o crítica hacia su gestión también representa un problema.

David Collado y Luis Abinader, tiene una guerra fría y eso es un secreto a voces.

Incluso el apoyo de Hipólito Mejía, no es garantizado, si el presidente Abinader no tiene los numero, el segundo buscar a quien apoyar para este tener una cuota de poder.

Sin embargo, el mayor conflicto del presidente Abinader es con la base de su propio partido, que se siente abandonada por él y sus funcionarios. Esta situación podría provocar que muchos de los seguidores del PRM no salgan a buscar votos en las próximas elecciones o incluso trabajen en contra del partido, lo que sería una seria amenaza para el futuro político del presidente y su organización política.