VIDEO | La oposición advierte que la corrupción en el Gobierno no se soluciona solo cambiando funcionarios
Los recientes casos de corrupción que han sacudido la administración del presidente Luis Abinader han generado un debate sobre las medidas necesarias para combatir este flagelo. Mientras algunos abogan por cambios de personal, otros, como Ricardo Ripoll de la organización Somos Pueblo, proponen una reestructuración total de la administración pública.
Ripoll argumenta que la simple remoción de funcionarios es insuficiente para erradicar la corrupción. En su lugar, propone limitar la duración de los cargos públicos a un máximo de dos años. Esta medida, según Ripoll, tiene como objetivo principal frenar las prácticas corruptas que se arraigan con el tiempo, como el tráfico de influencias y los sobornos.
La lógica detrás de esta propuesta radica en que la permanencia prolongada en un cargo facilita la ejecución de maniobras ilícitas. Los funcionarios, con el paso del tiempo, pueden desarrollar redes de influencia y establecer acuerdos que les permitan obtener beneficios personales a expensas del erario público. Al limitar el tiempo en el cargo, se dificulta la consolidación de estas redes y se reduce la oportunidad para la corrupción.
La propuesta de Somos Pueblo busca abordar la idiosincrasia de la política dominicana, donde la corrupción se ha convertido en un problema estructural. Limitar los cargos públicos a dos años podría ser una medida efectiva para prevenir la corrupción, aunque su implementación requeriría una reforma administrativa integral y un fuerte compromiso político. El debate sobre cómo combatir la corrupción en la República Dominicana sigue abierto, y la propuesta de Somos Pueblo ofrece una perspectiva innovadora que merece ser considerada.
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