¿Rebelión en el Congreso? Cada vez menos legisladores apoyan las medidas y el discurso del Poder Ejecutivo

El Gobierno del presidente Luis Abinader, a pesar de contar con una amplia mayoría legislativa, se distingue por tener un núcleo sorprendentemente pequeño de congresistas que consistentemente defienden públicamente su gestión.
Si bien el Partido Revolucionario Moderno (PRM) y sus aliados ostentan un control abrumador del Congreso Nacional, con 175 legisladores entre diputados y senadores, solo una decena de ellos se pronuncian de manera firme y constante en defensa de las políticas y acciones del Poder Ejecutivo.
Este patrón se ha hecho evidente a lo largo de más de cinco años de gobierno. A pesar de gozar de una cómoda mayoría, el presidente Abinader parece contar con un apoyo vocal limitado por parte de muchos funcionarios y legisladores. No obstante, existen figuras clave en ambas cámaras que se han erigido como defensores sólidos de su administración.
En la Cámara de Diputados, varios nombres destacan por su apoyo constante y visible al gobierno. Alfredo Pacheco, en su rol como presidente del hemiciclo, se ha convertido en un colaborador cercano al jefe de Estado. Su respaldo va más allá de las declaraciones públicas, impulsando activamente proyectos legislativos de interés para el Poder Ejecutivo.
Amado Díaz, vocero del bloque del PRM, ha demostrado ser un defensor combativo, enfrentando con determinación los ataques de la oposición y respondiendo a los intentos de desacreditar las políticas económicas y sociales implementadas por el gobierno.
Otro legislador clave es Aníbal Díaz, representante del Distrito Nacional. Su enfoque se caracteriza por un discurso analítico y contextualizador, explicando el impacto social de las iniciativas legislativas del gobierno y, por consiguiente, complicando los esfuerzos de la oposición.
Ramón Bueno, diputado de la Circunscripción 3 del Distrito Nacional, también mantiene un rol constante en el respaldo a la gestión oficialista.
Finalmente, Soraya Suárez, representante por Santiago, se ha consolidado como la voz femenina más firme en favor del gobierno. Sin embargo, es importante destacar que su apoyo no es incondicional; también ha demostrado la capacidad de criticar iniciativas que considera perjudiciales para la sociedad dominicana, demostrando un criterio independiente.
En resumen, si bien el gobierno de Abinader cuenta con una amplia mayoría legislativa, el peso de la defensa pública de su gestión recae en un grupo relativamente pequeño de congresistas, quienes se han convertido en figuras clave para la comunicación y la defensa de las políticas del Poder Ejecutivo.