La artillería pesada de Nemen se dirigió principalmente hacia el presidente Luis Abinader, a quien tildó de "rata", acusándolo de incumplir sus promesas de campaña. Nemen argumentó que el gobierno actual se ha convertido en un "administrador del caos", mientras que el pueblo dominicano enfrenta las duras realidades del desempleo, la inseguridad y la falta de oportunidades.

Las redes sociales se encendieron con hashtags como #NemenHabla, #RataPolítica, y #CrisisDeConfianza, reflejando el descontento generalizado.

La frase contundente de Nemen, "El pueblo está cansado de discursos bonitos y realidades miserables. ¡Abinader, despierta! Este país necesita líderes, no gerentes fríos”, resonó con fuerza en un sector de la población que se siente defraudado.

Otro punto álgido de la entrevista fue la grave denuncia ambiental relacionada con la minera Barrick Gold. Nemen expuso la alarmante situación ecológica que viven las comunidades aledañas a la mina, denunciando la contaminación de ríos, el deterioro de la biodiversidad y las condiciones de vida precarias en áreas que antes eran fértiles y prósperas.

Esta denuncia ha impulsado a ambientalistas a exigir una auditoría ambiental independiente y sanciones legales inmediatas por lo que consideran un "ecocidio en curso". Hashtags como #EcocidioBarrick, #RíosEnvenenados y #JusticiaAmbientalRD han cobrado protagonismo en el ámbito digital.

La declaración de Nemen: "Nos prometieron desarrollo, y nos dejaron muerte ambiental. El oro sale en barcos, pero aquí solo queda miseria y veneno”, pinta un panorama desolador.

Finalmente, Nemen generó controversia a nivel diplomático al arremeter contra el cónsul de Francia en la República Dominicana, calificándolo de "desgraciado" y acusándolo de perpetuar una actitud colonialista y de desprecio hacia el pueblo dominicano.

Esta declaración, realizada durante un segmento especial de la entrevista, aún no ha recibido respuesta oficial por parte del consulado francés. El incidente ha reavivado el debate sobre la soberanía nacional, el respeto diplomático y las tensiones históricas en la región.

La frase de Nemen: “Nosotros no somos una colonia. Exigimos respeto. Este país no se arrodilla ante ningún diplomático arrogante”, subraya la demanda de respeto y soberanía.