La incertidumbre y la angustia se apoderaron de ambas familias, hasta que una llamada anónima aportó información clave. Un hombre que se identificó como Andrés, y que afirmó haber sido víctima del mismo grupo criminal, relató que una organización al margen de la ley los llevó bajo engaños hasta una zona del municipio de Garzón.

Allí, tras robarlos, asesinaron y descuartizaron a Ana María, luego incineraron sus restos y los enterraron en una fosa común. Según el testigo, también mataron a otro hombre, mientras que él logró escapar con vida.

A pesar de que Mariluz Varón mantenía la esperanza de que la información no fuera cierta, los análisis forenses confirmaron que los restos hallados en el departamento del Huila correspondían a su hija.

"Le rogaría a Dios que esto no fuera cierto, pero las pruebas dicen otra cosa. Yo solo pido justicia por mi hija. No puede quedar impune lo que le hicieron", expresó con dolor la madre de la víctima.

Las investigaciones continúan para determinar el paradero de Ubardi Ávila Rivera y dar con los responsables de este crimen que ha conmocionado a la comunidad.