Fuertes críticas a Abinader por su política hacia Haití: "Es una estrategia peligrosa que aumenta la animosidad"

La crisis en Haití genera incertidumbre, cimbronazos y repercusiones en República Dominicana, lo que ha generado que el Gobierno tome medidas como la construcción de un muro, además de pedir intervenciones en el país vecino.
Rosario Espina, doctora en sociología y profesora en Temple University en Filadelfia, donde también ha sido directora del Departamento de Sociología y del Centro de Estudios Latinoamericanos, publicó una columna en la que analiza la situación y las acciones del Gobierno dominicano, con duros cuestionamientos hacia la política aplicada en relación al conflicto.
Espina explica que, con el argumento de que la República Dominicana no puede hacerse cargo de Haití, el presidente Luis Abinader ha hecho múltiples declaraciones en el país y en el extranjero solicitando a la comunidad internacional que actúe, no sin antes destacar que Haití es de vital importancia para la República Dominicana; ambos vecinos comparten una pequeña isla superpoblada y con muchos pobres en el mismo trayecto del sol.
“Sin embargo, ningún país ha pedido a la República Dominicana que se haga cargo de Haití, y corresponde a Haití, no a la República Dominicana, solicitar ayuda internacional militar”, afirma la socióloga.
“Que la República Dominicana pida (o sugiera) una intervención es problemático por: 1) las tensas relaciones históricas entre ambos países, 2) una intervención militar, de quien sea, generará rechazos dentro y fuera de Haití, y 3) es una injerencia de la República Dominicana”, explica Espina en su columna, y advierte: “Una cosa es pedir ayuda humanitaria, otra pedir tropas”.
Afirma, por otro lado, que es poco lo que la República Dominicana puede hacer para mejorar esa situación más allá del intercambio comercial.
Analizando las circunstancias, la doctora plantea: “Por tanto, las preguntas que deben hacerse en la República Dominicana son las siguientes: ¿por qué los gobiernos dominicanos han permitido por décadas tanta migración indocumentada haitiana? ¿Por qué tantos empresarios dominicanos emplean esos inmigrantes?”
Y contesta: “Las respuestas son claves para entender la situación del lado dominicano: 1) los haitianos cruzan la frontera por la corrupción e inefectividad de las autoridades dominicanas, y 2) los empresarios los emplean porque quieren mano de obra barata”.
Espina confirma que la presencia de los inmigrantes haitianos indocumentados en territorio dominicano no se debe, por tanto, a una imposición extranjera. “En la frontera no hay soldados extranjeros obligando a la República Dominicana a dejar pasar los haitianos”, argumenta.
“El Gobierno dominicano puede construir el muro y colocar aviones y tanques en la frontera, y los haitianos seguirán viniendo porque están mal en su país, pagan para cruzar, y aquí los emplean. Así de sencillo, así de complejo” sintetiza.
Tras ello, se despacha contra Abinader: “¿Por qué entonces se dice constantemente que hay un plan internacional contra la República Dominicana? Para no asumir responsabilidades con la migración indocumentada y para generar miedo y rechazo hacia los inmigrantes de manera que los empresarios puedan seguir explotándolos. Abinader ha hecho del tema haitiano un discurso recurrente porque apuesta a la rentabilidad política para aglutinar la población dominicana en apoyo a su gobierno. Pero, hay grupos dominicanos dedicados a promover el miedo y el desprecio que aprovechan el terreno abonado por el presidente para agitar e intimidar”.
“Esa estrategia es peligrosa porque aumenta la animosidad”, advierte.
“Independientemente de lo que diga Abinader, en el 2024 habrá muchos inmigrantes haitianos en la República Dominicana (con o sin muro) ofreciendo su mano de obra barata. Para entonces, otros candidatos también tomarán el tema para gestar apoyos políticos, y la hostilidad general aumentará” sostiene.
Espina insiste: “La situación en Haití es muy precaria para echarle leña al fuego y en la República Dominicana hay muchos inmigrantes haitianos y descendientes sin protección legal expuestos a las arbitrariedades” y finaliza con un llamado de atención para el Gobierno: “Es tiempo de que las autoridades dejen de manipular el tema a su conveniencia y aporten soluciones apropiadas”.